Para nadie es un secreto el dolor físico, emocional y mental que atraviesa un paciente oncológico cuando le diagnostican el cáncer. La incertidumbre, el miedo y la desesperanza arropa no solo su vida, sino también la de sus familiares y cuidadores. La mejor forma de ayudarlo a él y a su familia siempre será siendo empático.
¿Cómo afecta un diagnóstico de cáncer a la persona emocionalmente?
Luego de un diagnóstico la persona suele sufrir un fuerte proceso emocional y mental que puede incluir:
- Depresión
- Angustia emocional por la incertidumbre y el dolor físico
- Baja autoestima y falta de confianza por los cambios físicos
- Miedo a la muerte
Mientras que sus familiares cercanos y cuidadores pueden padecer
- Frustración por “no poder hacer lo suficiente”
- Depresión y ansiedad
- Cansancio crónico
- Abandono de sí mismo
¿Cómo los puedo ayudar?
- Anímalo, pero no ejerzas presión para hablar.
- Escucha atentamente los sentimientos de la otra persona, ofrece apoyo, pero no desdigas o minimices sus sentimientos.
- No te centres en ti. Sabemos que todos pasamos dificultades, pero en este momento lo mejor es no hacer comparaciones con situaciones difíciles que hayamos pasado anteriormente.
- En ocasiones tu presencia será mejor que tus palabras, realmente atraviesan por una situación difícil y nuestras palabras solo traerán presión. El silencio a veces es buena compañía.
- Recuerda y recuérdale que está bien sentir tristeza o frustración.
- Busca ayuda a través de la asesoría y/o grupos de apoyo si la situación te afecta de forma indirecta.
- Invítalo a hacer uso de la oración, la meditación u otros tipos de apoyo espiritual, si la persona es creyente.
Tu apoyo posiblemente no aliviará mucho de sus dolores, pero sí les ayudará a transitarlos de una mejor manera. La empatía es fundamental en cualquier relación humana, pero mucho más cuando se atraviesa por algún tratamiento oncológico o de cualquier otra enfermedad crónica.