A esta altura todos estamos de acuerdo con algo: la cuarentena cambió nuestros hábitos. Y más allá del uso de tapabocas y continuo lavado de manos, el COVID-19 modificó muchos de nuestros comportamientos, incluso aquellos relacionados a temas administrativos. Hoy, como nunca antes, se habla de compras inteligentes y de consumo consciente.
Si bien es cierto que al principio de la cuarentena hubo un incremento de compras nerviosas en los distintos países, al pasar de los días empezó a surgir entre los consumidores un mayor análisis al momento de comprar. ¿A qué se debe este cambio de comportamiento? Analistas aseguran que la incertidumbre de no saber si podremos volver a la normalidad que antes conocíamos, hace que consideren otros criterios al momento de comprar como “cuánto tiempo me beneficiará esta compra”, “me generará otros gastos o me ayudará a disminuirlos”, “a largo plazo me ahorrará tiempo y dinero”, “realmente es necesario”.
Aunque estos principios están orientados a consumo prioritario como alimentación, educación, salud y servicios, se pueden aplicar también para otro tipo de compras, lo importante siempre será planificar, proyectar y administrar lo mejor posible los recursos que tengamos.
¿Qué tienes en casa? Verifica qué alimentos tienes, cuáles hacen falta y planifica cuánto necesitas comprar realmente para cubrir el mes tomando en cuenta el número de personas en casa.
Ten en cuenta también los siguientes criterios:
Una vez planificada la compra, llegó la parte de administrarla de forma consciente y de reutilizarla siempre que se pueda como una forma de reducir desperdicios.
Para ello ten en cuenta los siguientes tips:
Un uso adecuado de los servicios básicos como agua, electricidad y gas, es igual de importante para administrar bien tus finanzas y, no menos importante, una excelente forma de conservar el planeta. Para lograrlo, toma en cuenta esos puntos:
¿Cuándo volveremos a la normalidad que conocíamos? No lo sabemos, lo que sí podemos asegurar es que estos hábitos deberían quedarse por un buen rato. El consumo consciente no solo le hace bien a tu bolsillo también al planeta.