Parece una generalización atrevida, decir que un desacuerdo entre los socios es la causa más común por la que cierran las empresas cuando existen miles de negocios, rubros y sociedades, pero no lo es. De hecho, un estudio de Confecámaras en 2017 así lo confirma.
No importa que tanto se conozcan los socios, si son amigos, familiares o no, cuando surgen los conflictos es natural que surjan los desacuerdos, ¿pero cómo manejar esos desacuerdos para que la empresa no llegue a su fin?
Primero, entender que en toda relación humana habrá desacuerdos en algún momento y esto no tiene que ser algo malo. El crecimiento requiere un contraste de ideas, una perspectiva diferente. El problema está cuando no sabemos gestionar las diferencias ni tenemos claro cómo proceder cuando los conflictos salgan a la luz. A continuación algunos tips que ayudarán a que tu sociedad sobreviva y tu empresa también.
El no comunicar nuestras expectativas a tiempo garantiza un problema en el futuro. Una de las razones más comunes para que una sociedad fracase es no aclarar desde el principio cuáles son los roles y funciones de las partes involucradas. Y esto suele ocurrir en muchas sociedades, pero sobre todo en aquellas cuyos socios son familiares o amigos.
Tener claro los deberes, responsabilidades y el alcance de los socios es el primer paso para prevenir crisis mayores.
Tip: crea un manual que abarque las normas y acciones a tomar por cada parte tanto en procesos regulares de la empresa como en caso de una crisis.
Si cada vez que uno de los miembros tiene un problema financiero utiliza el dinero de la empresa como fondo de reservas, habrá muchos problemas a corto, mediano y largo plazo. Es sencillo: si la empresa le presta dinero a uno, cuando el otro lo necesite, también tendrá que hacerlo y esto será un ciclo de nunca acabar.
Tip: En caso de que uno de los socios no pueda acceder a un crédito bancario o a un préstamo personal y se concluye que la empresa servirá de prestamista o fiador, lo mejor es que todo se haga por escrito y con las mismas garantías que exigiría un banco o cualquier otro prestador.
Del dicho al hecho hay mucho trecho, si bien es importante tener claro las obligaciones y deberes de cada miembro, es mucho más importante el cumplimiento de esos acuerdos. Es cierto, en toda sociedad hay temporadas donde alguna de las partes por motivos de salud, personales e incluso por temperamento puede que se muestre un poco inactivo o no rinda al 100 %, pero esto no debería ser la constante.
Tip: en caso de que alguno de los socios no esté cumpliendo con los acuerdos pactados, es bueno evaluar si hay algún factor interno o externo que esté limitando su desempeño e incluso replantear temporal o definitivamente roles y funciones con el fin de no perjudicar la sociedad. Si el problema persiste, lo mejor es negociar con el socio su parte de las acciones.
Muchos pensarán que en los negocios poco tienen que ver las personalidades, temperamentos y emociones, pero nada más alejado de la verdad que esto. Para levantar cualquier empresa o negocio se necesita mucha convivencia, respeto y, lo creamos o no, afinidad. Después de todo, pasamos más tiempo en el trabajo con nuestros compañeros o socios que en casa con nuestros familiares.
Tip: antes de concretar una sociedad evalúa sus reacciones, cómo se maneja esa persona en situaciones de estrés e incluso de mucha alegría. ¿Es alguien con picos emocionales? Si ya son socios y ves que suele ser muy colérico en ciertas situaciones dale espacio para que se desahogue y una vez termine, da tu opinión. Quizás así haya más posibilidades de llegar a un acuerdo. Eso sí, sé muy enfático en exigir y brindar respeto al momento de expresar sus posiciones.
Los motivos para que un socio quiera vender su parte de la empresa son muchos; cambios de prioridades, diferencias irreconciliables, reconversión vocacional, problemas de salud. Sin importar cuál sea el motivo lo ideal es negociar con el socio un acuerdo que sea conveniente para todas las partes, ¿pero qué pasa cuando el socio muere o queda en condición de invalidez? La negociación dependerá de terceros (familiares o representante legal) y llegar a un acuerdo puede ser cuesta arriba.
Tip: una buena forma de salvaguardar la empresa y el patrimonio de las partes involucradas es contratar un seguro de vida para socios. Con esta póliza se establece el valor de las acciones de cada uno de los miembros y, en caso de que uno de los miembros fallezca o quede en invalidez, los socios pueden darle una indemnización a los familiares y herederos a cambio de las acciones del socio fallecido o en condición de invalidez. Esto previene muchas situaciones incómodas como negociar con la familia el precio de las acciones, incluir a terceros en la sociedad o hasta la disolución de la empresa.
Aunque existen muchos motivos más por los cuales una empresa puede fracasar, una buena forma de cuidar su futuro de la empresa es proteger la relación entre sus socios. Recuerda: invertir, tiempo, dinero y esfuerzo en esta relación siempre será ganancia.