Lo sabemos: solo la idea asusta, pero identificar a tiempo cualquier cambio en los senos podría salvar tu vida. Si eres de las que te preguntas “¿Cómo saber si tengo cáncer de mama?”, aquí te dejamos algunos signos de alerta a los que debes prestar atención.
Importante: estos pueden ser indicadores de que algo no va bien, pero no se pueden tomar como un diagnóstico. Si identificas alguna anomalía o signo de alarma, acude a un médico pronto para que pueda descartar o no algún problema.
El síntoma más común para el cáncer de mama son los bultos o protuberancias en los senos. Normalmente son duros, con bordes irregulares y sin dolor, aunque en algunos casos también pueden presentarse de forma redondeada, blanda y con dolor al tacto.
¿Todos los bultos son síntomas del cáncer? No necesariamente. Muchas afecciones pueden causar bultos en las mamas, entre ellas la enfermedad fibroquística y los quistes.
Es muy importante identificar si hay algún cambio en los pezones, si se ve hundido o contraído y no lo estaba antes, si está inflamado o si bota alguna secreción.
Otro síntoma que puede aparecer es la irritación o hundimientos en la piel. Cualquier variación que veas en la zona como rojez, manchas o cambio en la textura como descamación es importante chequearla.
En ocasiones el cáncer de seno se puede evidenciar en los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula a través de un bulto o hinchazón. Hay casos donde este puede ser el primer síntoma ya que en las mamas como tal los cambios pueden ser imperceptibles al palpar.
Estos son algunos de los síntomas asociados al cáncer de mama, pero si notas alguna irregularidad no mencionada aquí, es vital que acudas a un médico para que te evalúe a profundidad.
Para chequear cómo se encuentran tus senos, te compartimos acá una infografía del equipo de Sura que puede ayudarte a detectar cualquier anomalía con estos simples movimientos:
Recuerda: si estás preocupada por algún cambio que notaste en tus senos, lo mejor es consultar al médico. Si todo está bien, igual no olvides realizarte el autoexamen mensualmente, ¡la prevención siempre será el mejor aliado para tu salud!