¿Recuerdas la primera vez que tu mascota corrió a saludarte después de un día difícil? Ese momento en el que te diste cuenta de que no era solo un animal, sino una parte esencial de tu hogar y tu vida. Si tienes una mascota en casa, sabes que no es solo un animalito más, es tu compañía, tu familia y, a veces, hasta tu psicólogo personal.
Y esto no solo te pasa a ti, el 67% de los hogares colombianos conviven con al menos una mascota y las cifras van en aumento.
Más que simples guardianes
Hace unas décadas, las mascotas tenían roles más funcionales: los perros cuidaban la casa y los gatos controlaban plagas. Hoy esta dinámica ha cambiado drásticamente. Las mascotas duermen en nuestras camas, nos acompañan en viajes y celebran cumpleaños con nosotros. Hoy son parte de la familia. De hecho, el 87% de los hombres y el 91% de las mujeres en el país consideran a sus mascotas como miembros de la familia.
Hoy la realidad es muy diferente, las mascotas han pasado de ser “los guardianes de la casa” a ser "nuestros hijos peludos".
Algunos datos que lo confirman:
- 60% de los hogares colombianos tienen al menos un perro o gato.
- 8 de cada 10 familias en Medellín tienen una mascota
- Ciudades como Bogotá lideran en tenencia de mascotas, con un 25% de los hogares compartiendo su espacio con perros o gatos.
Esta transformación demuestra cómo las mascotas han pasado de ser simples guardianes a convertirse en compañeros indispensables en nuestras vidas.
El impacto económico y social de las mascotas en Colombia
El creciente afecto por las mascotas también se refleja en la economía. Se estima que el gasto en productos y servicios para mascotas en Colombia alcanzará los 6,1 billones de pesos para finales de 2026. Los principales rubros incluyen alimentación, cuidado y atención médica, lo que indica una inversión significativa por parte de las familias en el bienestar de sus animales.Este fenómeno ha impulsado la aparición de negocios especializados, desde spas y guarderías hasta seguros para mascotas, adaptándose a las necesidades de estos nuevos miembros de la familia.
Todo esto se resume a que ñas mascotas ya no son solo parte del hogar, son parte de la familia. Y como cualquier miembro de la familia, necesitan cuidados, atención y, por supuesto, seguridad.
Cuidarlos bien es una responsabilidad
Amar a tu mascota es mucho más que consentirla y comprarle una camita bonita. También significa asegurarte de que tenga una vida larga y saludable. Y aunque nadie quiere pensar en emergencias, la realidad es que pueden pasar:
- Enfermedades inesperadas → Una consulta veterinaria especializada puede costar más de lo que imaginas.
- Accidentes → Desde intoxicaciones hasta fracturas, cualquier urgencia puede desestabilizar tus finanzas.
- Daños a terceros → Un mordisco, un choque con una bicicleta… ¿Sabías que algunas pólizas cubren este tipo de incidentes?
Es ahí donde entra la protección real: tener un seguro para tu mascota. Porque igual que nos protegemos con una póliza de salud, ellos también necesitan respaldo ante lo inesperado.
¿Por qué considerar una póliza de mascota?
Pensémoslo así: no dejamos nuestra salud al azar, entonces, ¿por qué dejar la de nuestra mascota sin protección? Un seguro para mascotas no es un gasto, es una inversión en su bienestar y en tu tranquilidad.
Beneficios de tener una póliza de mascotas:
- Cobertura para consultas, hospitalización y cirugías.
- Asistencia en caso de accidentes o enfermedades.
- Protección financiera ante gastos veterinarios inesperados.
- Responsabilidad civil ante daños a terceros.
Porque su amor es incondicional, su protección también debería serlo
Las mascotas han cambiado nuestras vidas y nosotros también hemos cambiado la forma en que las vemos. Hoy no son solo compañeros, son familia. Y como cualquier ser querido, necesitan cuidado, amor y protección.
Si las aseguramos con una póliza, les damos lo mejor: salud, respaldo y tranquilidad para seguir compartiendo momentos felices juntos.
¿Listo para proteger a tu mascota como se merece? Conoce más sobre cómo darle el respaldo que necesita. ¡Escríbenos!
