Si cada vez que alguien te hablan de seguros tú escuchas a la maestra de Charlie Brown hablando. ¡Calma!, que con esta guía básica para principiantes no solo sabrás qué es un seguro, también te explicaremos por qué lo necesitas y qué debes tener en cuenta antes de contratarlo.
Empecemos por lo elemental: ¿qué es un seguro?
Un seguro es un acuerdo en el que pagas una cantidad de dinero (llamada prima) a una compañía de seguros, y a cambio, ellos te protegen financieramente en caso de que algo inesperado suceda. (Y lo inesperado, paradójicamente, es algo bastante esperable en la vida).
En otras palabras, un seguro funciona como una especie de bolsa de aire (sí, como la de los carros), ella no previene el accidente, pero te cuida de las consecuencias mayores de un accidente, de esas que tienen la posibilidad de truncar tu vida. Un seguro es un escudo que te cuida cuando ocurren situaciones imprevistas y costosas.
Al contratar un seguro, estás comprando una póliza que te cubre en caso de que ocurra un evento inesperado, como un accidente de coche, una enfermedad grave, un robo, un incendio, entre otros. Es tener una alcancía llena de dinero para tiempo de dificultades.
¿Cómo funciona un seguro?
Cuando compras un seguro, estás pagando una prima a la compañía de seguros para que te cubra en caso de un evento futuro incierto. Por ejemplo, si compras un seguro de automóvil, estás pagando una prima para que te cubra en caso de un accidente de tráfico.
Si ocurre un evento que está cubierto por tu seguro, puedes presentar un reclamo a la compañía de seguros para recibir la compensación correspondiente. Por ejemplo, si tienes un accidente de tráfico, puedes presentar un reclamo a tu compañía de seguros para que cubra los gastos médicos y los daños a la propiedad.
Es importante entender que los seguros tienen términos y condiciones específicos, por lo que es fundamental leer cuidadosamente el contrato de seguro antes de firmarlo para conocer los detalles de la cobertura y las exclusiones.
Ok, ¿pero cuál es el seguro que necesito?
Depende. Lo primero que debes hacer es identificar tus necesidades.¿Qué quieres proteger? ¿Tu auto?, ¿tu hogar?, ¿tu salud? ¿Tus pertenencias? Identifica cuáles son tus necesidades y prioridades antes de contratar un seguro.
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Si quieres proteger tu salud |
Un seguro de salud |
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Si quieres proteger tu vivienda |
Un seguro de vivienda |
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Si quieres garantizar tu educación o la de tus hijos |
Un seguro de educación |
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Si quieres proteger tu empresa |
Un seguro de empresa |
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Si quieres proteger tu información en Internet |
Un seguro de protección digital |
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Si quieres tener un respaldo económico para ti en caso de accidente o invalidez |
Un seguro de vida |
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Si quieres tener un respaldo económico para tu familia en caso de que mueras o quedes incapacitado |
Un seguro de vida |
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Si quieres tener un capital para cualquier eventualidad o gran proyecto |
Un seguro de vida con |
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Si quieres asegurar tu auto |
Un seguro de auto |
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Si quieres proteger tu salud |
Un seguro de salud |
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Si quieres proteger tu vivienda |
Un seguro de vivienda |
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Si quieres garantizar tu o educación o la de tus hijos |
Un seguro de educación |
¿Ves? No es tan complicado como parece. Sí, todavía hay otras cositas que debes aprender, pero no te desesperes, aquí te ayudamos con otros puntos que debes considerar antes de contratar una póliza:
- Investiga las diferentes opciones. Hay muchas compañías de seguros y diferentes tipos de pólizas, así que investiga cuáles son las opciones disponibles para ti. Puedes hacer una búsqueda en línea o, mucho mejor, hablar con un agente de seguros.
- Compara precios y coberturas. Una vez que hayas identificado tus necesidades y opciones, compara los precios y las coberturas de diferentes compañías de seguros. Asegúrate de leer bien los detalles del seguro para entender lo que estás pagando y lo que estás obteniendo.
Te sorprenderás lo fácil que es
Todo muy bien, pero qué es eso de ¿coberturas de un seguro?
Las coberturas en un seguro son las situaciones o eventos específicos que están cubiertos por tu póliza de seguro. Te ponemos un par de ejemplos: si tienes un seguro de automóvil, algunas coberturas podrían incluir colisiones, vandalismo o robos. Si tienes un seguro de salud, algunas coberturas podrían incluir visitas al médico, hospitalización o cirugías.
Es importante saber qué coberturas están incluidas en tu póliza de seguro y cuáles no, para que sepas qué situaciones están cubiertas en caso de un imprevisto. Recuerda que no todas las coberturas son necesarias para todas las personas, por lo que es importante hablar con un asesor de seguros para determinar cuáles son las coberturas que mejor se ajustan a tus necesidades y presupuesto de hoy. Incluso puede que te sorprendas, ya que con una buena asesoría puedes decidir cuánto invertir en cada una en función de lo que puede ser un riesgo más significativo para ti en esta etapa de tu vida.
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