7 tendencias en el sector salud que debes conocer ya

7 tendencias en el sector salud que debes conocer ya

Conocer las tendencias en el sector salud que marcan pauta no solo nos ayudan a entender el presente, también nos permiten tener una visión un poco más clara de cómo se construye el futuro y de cuáles son los desafíos que siguen con él. Basado en un informe realizado por Suramericana, aquí te comentamos las 7 macrotendencias que regirán el sector de salud y bienestar en los próximos años. 

 

Tendencia #1: Comportamientos sociales de impacto 

Pocos creerían la influencia que tienen los comportamientos sociales en las industrias y tendencias del mercado, pero sí la tienen y mucho. Nuestras sociedades son cambiantes y movilizadas en gran parte por la unión de tres hitos: la globalización, la hiperconectividad y la urbanización. Estas tendencias a su vez dan origen a manifestaciones sociales que, por su impacto en la vida de las personas y en la evolución de los países,  calan directa o indirectamente en la salud.

Entre los comportamientos sociales analizados por el informe se encuentran:

  • Cambio en las estructuras familiares

El rol y la responsabilidad de la crianza de los hijos se terceriza (sistema educativo, familia extensa y empleados), lo que se deriva en consecuencias como pérdida de valores, la ausencia de habilidades para gestionar las emociones y el deterioro de la familia como red de apoyo básica.

  • La pérdida de intimidad como consecuencia de la hiperconectividad 

La hiperconectividad y la sobreexposición de la vida en las redes sociales, desdibuja el concepto de intimidad y provoca comportamientos como la comparación permanente con el resto del mundo.

  • La dependencia tecnológica y su relación con pobres habilidades sociales 

La dependencia tecnológica como único medio de comunicación ha deteriorado considerablemente las habilidades de socialización de las personas. Lo que se traduce en relaciones cada vez menos personales y vidas solitarias sin redes de apoyo.

  • La globalización y la competitividad exagerada 

El acceso casi ilimitado de información sobre la vida de otros ha desencadenado en un alto nivel de competitividad y ha fortalecido patrones de exigencia, consumo y vivencia desproporcionados que se reflejan en alta competitividad laboral académica y personal.

  • De la competitividad a la poca tolerancia al fracaso 

En una sociedad donde cada vez se exige mayor rapidez y resultados, no hay espacio para el error. Los planes laborales, académicos y personales cada vez toman menos en cuenta los tiempos naturales para el aprendizaje, el ajuste y el repensar. Se necesita llegar a toda costa a la meta y el perfeccionismo se considera una cualidad.

En el intento de alcanzar estos altos estándares de exigencia se pierde la tolerancia al fracaso y se afecta la salud física, mental y social.

Tendencia #2: empoderamiento de la salud 

 

La necesidad de control de las personas sobre las distintas áreas de su vida,  la incursión de nuevos actores formales e informales en la salud y estilo de vida, así como la pérdida de credibilidad en los sistemas de salud y la industria tanto farmacéutica como de alimentos han impulsado el deseo de las personas de adueñarse de su salud. 

Hoy las personas no solo quieren otras alternativas para el cuidado de su salud también necesitan ser actores activos en el desarrollo de la misma y de forma inmediata. Esto ha llevado a que esta generación necesite, como parte de su bienestar, el estar monitoreando sus signos vitales, variables fisiológicas y/o actividades corporales en todo momento a través de apps y dispositivos. 

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Tendencia #3: salud es igual competitividad laboral 

 

Las empresas han entendido que hacerse corresponsables de la salud y el bienestar de sus empleados es contar con un talento humano saludable capaz de cumplir sus objetivos empresariales.

A pesar de esto, y de las políticas de flexibilización de horarios y distintos incentivos que actualmente otorgan las empresas a sus colaboradores, uno de los grandes desafíos son los límites difusos entre la vida laboral y personal. Es decir, horarios que se muestran flexibles y que podrían considerarse un logro se ven amenazados por la hiperconectividad; empleados que deben estar conectados 24/7 aunque no estén en la oficina o incluso estén en su tiempo de descanso.

Tendencia #4: la salud como un todo 

 

El fácil acceso a la información nos permite conocer múltiples aristas de un mismo tema. Esto permite que, como nunca antes, se analicen múltiples variables sobre un problema y se tenga una visión mucho más holística de nuestra existencia y de nuestra salud.

Hoy la felicidad o bienestar de las personas se convierte en un tema central de investigación para áreas del saber como la filosofía, teología, psicología y economía. Dicho concepto pasa de asociarse únicamente con la capacidad de generar dinero a vincularse con otros conceptos como la calidad de vida y salud. 

Todo esto lleva a un resurgir de la espiritualidad como fuente importante de bienestar y, a su vez, a la pérdida de la religión como institución. Hoy las personas pueden considerarse espirituales sin sentirse identificadas con alguna religión en específico. 

Esto traduce al cuidado de la salud como el cuidado integral y holístico de nuestra capacidad física, mental, emocional, espiritual y social. Donde la salud no solo se trata de algo que hay que cuidar cuando se pierde, sino que hay que cuidar todos los días con una alimentación consciente, con unos pensamientos sanos y hasta con una buena dosis de rutinas espirituales. 

Tendencia #5: nuevos roles en el sector salud 

 

La integración de múltiples tecnologías no solo impactó la forma de generar diagnósticos, tratamientos y pronósticos por parte del personal médico, incluso trastocó la forma de interactuar con los pacientes.

El avance tecnológico y el cambio de dinámicas durante la pandemia dio fuerza al concepto de la teleorientación, también afianzó procesos muy propios de esta generación como asistir solo a la consulta médica con el fin de corroborar un diagnóstico cuya información han obtenido a través de las tecnologías de autoatención y autodiagnóstico.

Tendencia #6: prolongación de la vida 

 

Una conciencia más profunda sobre el cuidado de la salud, del cuerpo, de la naturaleza y del entorno tiene como consecuencia a largo plazo una prolongación de la vida en general.

Según datos del informe "Perspectivas de la población mundial 2019", para el 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años (16 %), mucho más que la proporción actual, que es una de cada 11 en este 2019 (9 %).

¿Y esto sería un problema? Depende. Si no se aplican cambios políticos, económicos, sociales y culturales, el empobrecimiento masivo de las personas mayores sería inevitable, ya que las personas tendrán que tomar decisiones durante una vida más larga que aborden diferentes necesidades de consumo, ahorro, endeudamiento y pensión durante las etapas de su ciclo de vida. 

Según el Foro Económico Mundial el gran desafío será la calidad de vida. Sus proyecciones apuntan a que la mitad de los niños nacidos en 2018 podrán vivir por encima de 100 años. La meta para ellos es clara: superar los 150 años pero con la calidad de vida de los 40 años.

Tendencia #7: redes de cuidado 

 

Es imposible hablar de nuestra generación sin mencionar el uso de las redes sociales. Ellas no solo nos permiten comunicarnos, también influenciar y ser influenciados. Son nuestro principal canal para socializar, hacer parte de, participar, dar nuestras opiniones y más. 

Su aparición y omnipresencia en todos los ámbitos de nuestra vida obedecen básicamente a los siguientes puntos:

  • Mayor envejecimiento
  • Carencia de habilidades sociales que se convierten en soledad y aislamiento, discapacidad y dependencia
  • Cambios en los tipos de familia (parejas sin hijos o familias ensambladas)
  • Migración 
  • Altos costos en salud siendo estas una forma de acceder a la información y resolución de algunas necesidades 
  • Conciencia social, querer servir a los demás (aprender a ser voluntario para el cuidado de otro).
  • Intercambio de beneficios entre generaciones (universitarios que cuidan

ancianos, jubilados que llevan su experiencia a empresas jóvenes).

  • La necesidad de tener una mejor salud física, mental y social. 

¿Son entonces las redes sociales benéficas o contraproducentes para el desarrollo de nuestra capacidad de salud? Según la Dra. Anne Moorhead, los principales beneficios de las redes sociales en salud son los siguientes:

  • Una mayor interacción con otros que podrían satisfacer necesidades físicas y emocionales.
  • Información disponible, compartida y personalizada.
  • Una mayor accesibilidad a la información de salud.
  • Apoyo entre pares / social / emocional.
  • Vigilancia de salud pública
  • Alto potencial de influir en la política de salud.

Como ves, tener una mirada fresca sobre las tendencias de salud no solo te ayudará a entender hacia dónde vamos, también te ayudará a identificar dónde estamos como sociedad. Cuéntanos, ¿tenías conciencia sobre el alto impacto de la tecnología en la forma en la que vivimos nuestra salud?